Skoda Superb Combi TDI 190 CV Sportline

La tercera generación del Skoda Superb Combi apareció en julio de 2015. Más allá de su respetable tamaño y estatus, es seguramente uno de los modelos que mejor simboliza las características de la marca, es decir, vehículos que ofrecen un amplio volumen de carga, un espacio interior muy generoso pero también numerosos gadgets para facilitar la vida diaria, como los paraguas ocultos en las puertas delanteras o el rascador de hielo en la tapa del depósito. El Superb es un coche de carretera y un coche familiar consumado, especialmente en su versión combi, pero su diseño no es necesariamente muy dinámico, puntualiza el concesionario de coches segunda mano Crestanevada. Para suplir esta carencia, Skoda presentó el acabado Sportline en el Salón del Automóvil de París de 2016.

Basado en el segundo nivel Ambition, este nuevo acabado, denominado Sportline, se caracteriza sobre todo por desarrollos estéticos consistentes en llantas de aleación de 18 pulgadas, faros bi-xenón direccionales y un exclusivo kit de carrocería que incluye una parrilla, tapas de retrovisores y difusor trasero en negro brillante, una doble salida de escape, así como logotipos «SportLine» distribuidos en diferentes lugares de la carrocería. Todo esto da al Superb un toque extra de personalización.

Este aspecto específico va acompañado de cambios en el interior, como los asientos deportivos recubiertos de alcántara y las inserciones de carbono en el salpicadero. El ambiente general es deportivo pero también elegante. La misión es un éxito, sobre todo porque la calidad está ahí. Es una pena que todo sea oscuro y un poco triste. Afortunadamente, un borde rojo (opcional) puede añadir un toque de fantasía.  El equipamiento también se enriquece con un control de crucero adaptativo (activo hasta 160 km/h) y una cámara de visión trasera. Cabe destacar que siempre es posible mejorar este completo equipamiento eligiendo entre las opciones, por ejemplo, el aire acondicionado tri-zona las suspensiones reguladas, la apertura del portón trasero sin manos o la navegación conectada.

Con sus generosas plazas traseras y su enorme volumen de carga, el Skoda Superb Combi es un coche familiar. Por lo demás, el Superb Combi mantiene sus puntos fuertes con un espacio trasero digno de una limusina y un volumen de carga récord para su clase con una capacidad que va de 660 a 1.950 litros.

Para reforzar su imagen dinámica, este nivel de acabado también está equipado con un chasis deportivo (rebajado en 15 mm) y sólo está disponible con motores de gasolina y diésel de al menos 150 CV. La potencia llega hasta los 280 CV, con una caja de cambios manual o una automática de doble embrague DSG de 6 o 7 marchas, así como con tracción a dos o cuatro ruedas. Para nuestra prueba, optamos por el motor diésel de mayor potencia, el TDI de 190 CV, que sigue siendo el más vendido del segmento. Con sus 400 Nm de par disponibles a partir de 1.750 rpm, el TDI impulsa a este Superb sin preocupaciones, al tiempo que le permite acelerar rápidamente, como demuestra el tiempo de 0 a 100 km/h de 8,4 segundos.

En cuanto a la conducción, la presencia del chasis deportivo y las llantas de 18 pulgadas podría haber hecho temer un deterioro del confort, pero no es así. Es cierto que nuestro Superb es más firme que con un chasis normal, pero esto no es un problema. La incorporación de los asientos deportivos es un verdadero plus por la sujeción, pero también por el confort. Estos cambios también repercuten en la dinámica. El Superb se vuelve más ágil en las curvas, donde tiende a ser menos aplastado en los giros, lo que garantiza un menor balanceo y, por tanto, una mayor capacidad de respuesta. Progreso, por tanto, aunque siga siendo menos cómodo en este aspecto que un Renault Talisman con su dirección a las 4 ruedas.