Además de las versiones de tracción trasera y tracción total, la última generación de la Mercedes Vito está ahora disponible con tracción delantera. Se trata de una vuelta a los orígenes de la marca de la estrella, ya que las primeras furgonetas producidas a partir de 1996 se beneficiaron de esta transmisión. Pero, ¿por qué volver a esta tecnología 30 años después? Hay dos razones para esta evolución. En primer lugar, el mercado está monopolizado por los modelos de tracción delantera, puntualiza el concesionario Crestanevada compramos tu coche. Los profesionales se decantan principalmente por las cargas de pago. La segunda razón es la finalización de un acuerdo de asociación con Renault. El fabricante del motor en forma de diamante suministra la caja de cambios manual así como los motores 1.6 dCi para los modelos de entrada, rebautizados en el catálogo Mercedes 109 y 111 CDI y que desarrollan 88 y 114 CV respectivamente.
Los profesionales conocen bien las ventajas de los vehículos de tracción delantera. Y la Mercedes Vito no es una excepción a estas conocidas ventajas. Al adoptar esta solución tecnológica, los ingenieros han conseguido aligerar su furgoneta compacta en unos 100 kg y, por lo tanto, hacer posible cargar un poco más. Así, la carga útil del 111 CDI en carrocería compacta puede alcanzar los 1.374 kg. En cuanto al espacio de carga, la configuración de tracción delantera de la Vito ofrece capacidades interesantes, pero éstas siguen estando en la media de la clase. El volumen útil se anuncia en 5,8 m3, la longitud de carga permite el transporte de objetos de 2.537 mm gracias, en particular, a una trampilla situada bajo los asientos. La anchura y la altura máximas son de 1.270 y 1.252 mm respectivamente.
Sin embargo, la política comercial de Mercedes no es muy eficaz a la hora de abrir puertas. Para tener puertas traseras con bisagras en lugar de un techo pesado y poco práctico, hay que pasar por la caja de opciones.
Los usuarios de la Vito no estarán satisfechos con la organización e incluso la presentación del interior. El salpicadero, por ejemplo, es muy macizo y el omnipresente color negro no alegra el ambiente. Para contrarrestar este ambiente, Mercedes ofrece un paquete cromado (tiradores de las puertas, salidas de aire, etc.) facturado como opción, pero aparte de un regalo durante las negociaciones, este suplemento parece insignificante. En cuanto al espacio de almacenamiento, la Vito pierde terreno frente a los últimos Peugeot Expert, Citroën Jumpy y Fiat Talento, por ejemplo.
El salpicadero tiene tres lugares para guardar archivos o carpetas, pero son de difícil acceso o incluso inaccesibles cuando se conduce. Asimismo, la instalación de una toma de corriente de 12V está bastante bien pensada, pero su ubicación en la parte inferior de la consola central no facilita la conexión de aparatos que no pueden colocarse en el suelo. Los compartimentos de almacenamiento a ambos lados de la radio son tan pequeños que son inutilizables.
La Mercedes Vito también es diferente en términos de ergonomía. Típico de los modelos de la marca, la ubicación del freno de mano -que se acciona con el pie izquierdo- puede resultar confusa… sobre todo porque hay que accionar una palanca con la mano para quitarlo. Sin embargo, en el uso, esta originalidad suele ser fácilmente asimilable. En el lado positivo, la palanca de cambios está situada en la consola central y es fácil de agarrar. La posición de conducción también es muy agradable, con un asiento cómodo y una posibilidad de ajuste poco frecuente. Gracias a un nuevo diseño de la mampara, el conductor puede reclinar el respaldo y así tener una posición menos cansada. En cambio, el asiento del acompañante, que no tiene las mismas posibilidades de regulación, es demasiado vertical.
En carretera, con una potencia de 114 CV, la Vito deja mucho que desear en cuanto a prestaciones. Es importante no dudar en utilizar la caja de cambios manual de 6 velocidades al adelantar en la red secundaria. La experiencia de conducción se ve afectada por las largas relaciones de cambio en la cuarta, quinta y sexta marcha, que fueron diseñadas para mejorar el ahorro de combustible.
Una elección que resulta acertada. Durante nuestra prueba de conducción, que consistió en carreteras, autopistas y centros urbanos, el consumo combinado de combustible no superó los 6,8 1/100 km en vacío. Por lo demás, el motor ofrece una experiencia de conducción diaria bastante agradable gracias a la flexibilidad y al par disponible en las tres primeras marchas. El comportamiento en carretera es ideal, ya que la suspensión proporciona un buen nivel de confort y un eficaz agarre a la carretera con, en particular, un balanceo perfectamente controlado. Los puntos negativos son el manejo de la caja de cambios, que es bastante duro, un pedal de embrague colocado demasiado alto y un alto nivel de ruido. Las revoluciones son efectivamente ruidosas y el aislamiento acústico es muy decepcionante para filtrar el ruido aerodinámico generado principalmente por los imponentes retrovisores.